dimarts, 27 de gener del 2015

A Greenpeace, gracias por todo...

Cuando tenía 14 años, y estaba en el Institut d'Ensenyament Secundari Arabista Ribera, de Carcaixent, mi grupo de amigos y yo mismo, montamos una pequeña asociación con la que organizamos actividades en el centro de la mano de algun@s profesor@s que nos animaron a llevar adelante la iniciativa y que en muchos casos nos ayudaron en su tiempo libre, fuera de horas, fines de semana... cuánta paciencia tuvieron... y qué agradecidos estamos por su esfuerzo decente, y docente.

Quien nos iba a decir que aquello, en algunos casos, condicionaría nuestras vidas hasta tal punto que aquella inquietud se convertiría en una forma de vida personal y profesional bajo la firme convicción de que otro mundo, no sólo es posible, si no que es imprescindible... Fueron años en los que nos enseñaron (al menos a nosotros, aunque venían repitiéndolo desde los 80) aquello de "piensa global y actúa local".

En aquella época, allá por principios de los 90, recogíamos papel, lo llevábamos a una planta de reciclaje, y nos daban "miseria y ná", ... pero nos sentíamos útiles. Repoblaciones de zonas afectadas por incendios, programas de radio, campañas de concienciación contra las pruebas nucleares francesas en el atolón de Mururoa que finalizaron en el 96,...

Sentíamos que estábamos haciendo algo bueno... necesario...  y ya entonces, sin tanta facilidad como la actual para acceder a contenidos, Greenpeace era una de nuestras referencias. Comprábamos sus revistas entre 4 ó 5, y las desmenuzábamos para dotar de contenido los programas de radio en "Radio Serratella", el taller de Radio de La Pobla Llarga (localidad vecina a la que nos llevaba algún padre, o a la que íbamos en bici), y de 107.7 FM Radio Carcaixent, en un programa del propio Instituto que dirigía nuestro profesor de Geografía, Fernando Rodríguez, en el que tan buenos ratos, y algún que otro agrio debate, pasamos.

El Desarrollo Sostenible ha de basarse en al menos 3 pilares, el social, el ambiental y el económico. Todos importantes por igual. Un sistema económico desigual, un proyecto inviable a nivel financiero o un planeta contaminado son garantía de una situación insostenible. (Fuente: Medi XXI GSA)


Han pasado más de 20 años. Y, desgraciadamente, sigue vigente la necesidad de abordar el reto de la conservación y la sostenibilidad en la sociedad del siglo XXI. De hecho, bajo el punto de vista de mucha de la gente del sector agroforestal / ambiental, y cada vez más personas de la sociedad en general es evidente que la revolución que está por venir es una revolución verde. Un cambio hacia la SOSTENIBILIDAD con mayúsculas. De hecho, el futuro para esta civilización será verde, o no será. Pero no por nada, vivimos en un espacio finito pese a las pretensiones infinitas de algun@s.

Resulta imprescindible cambiar la forma de entender la relación humanidad / planeta hacia formas menos agresivas y más conscientes (por no hablar de la relación humanidad / humanidad, claro...). Y algunos datos así lo demuestran. Por ejemplo, según el Informe de Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano (publicado en 2011) en los últimos 30 años, países que estaban clasificados con el 25% más bajo del Índice de Desarrollo Humano han mejorado sus coeficientes en un asombroso 82%, el doble de la media mundial. De seguir así, en los próximos 40 años, la mayoría de estos países podría lograr niveles iguales o mejores a los que ahora disfrutan los que están en el 25% más alto (mayoritariamente occidentales, claro).



El programa de Naciones Unidas para el medio ambiente genera una serie de recursos con indicadores útiles que permiten hacerse una idea de muchos aspectos referentes a la Sostenibilidad. (Fuente: www.unep.org)

Pero, más gente con un mayor nivel de vida implica un mayor consumo de recursos, y los efectos del cambio climático podrían frustrar el progreso en los lugares menos desarrollados del mundo. Según el mismo informe, un impuesto de 0,005% al mercado de divisas (los famosos mercados de las Primas arriesgadas, etcétera) podría recaudar no menos de 40 mil millones de dólares anualmente para financiar la lucha contra el cambio climático, la extrema pobreza o el desarrollo de políticas hacia la sostenibilidad. Con un plan de inversión de 40.000 millones de $ / año se podría, por ejemplo, suministrar electricidad con energías renovables a los 1.500 millones de personas que actualmente no están conectadas a las redes de suministro de manera costeable a nivel económico y sostenible, sin incrementar las emisiones mundiales de carbono ni siquiera en un 1%.

Y durante todo este tiempo Greenpeace ha sido uno de los principales actores del movimiento conservacionista a nivel mundial defendiendo desde una posición pacífica la necesidad de abordar muchos de estos problemas. Y eso que nunca ha sido fácil. Han sufrido ataques, amenazas, denuncias, presiones... claro. Dicen verdades como puños, y a la élite económica mundial, nada preocupada por la sostenibilidad, no le gusta que aireen sus negocios con los recursos de tod@s. La Organización ecologista nació en 1.971, y desde entonces ha combatido, de forma pacífica pero muy directa, en diversos frentes.

Greenpeace, la Historia. Documental de TVE emitido en el espacio de La2, Docufilia, que narra la historia de Greenpeace desde su creacion hasta la actualidad. (Fuente: www.youtube.com)


RETOS PARA EL FUTURO

El filósofo griego Heráclito de Éfeso afirmó aquello de "Todo cambia. Nada permanece"... y como la mayoría del saber clásico que ha llegado a nuestros días es una gran verdad. Y tampoco permanecerá la hegemonía de los grandes grupos económicos. Para bien (mediante un cambio consciente) o para mal (con conflictos y enfrentamientos), lo que no es sostenible acaba cayendo.

Y esto no será diferente en el caso de nuestra Civilización. Por ello, algunos conceptos como la "ECONOMÍA VERDE", (si lo pones en inglés mola más... "Green economy"...), empiezan a calar en las Altas Instituciones, aunque con timidez.

The Awakeners. Convertir la basura en recursos. Cambio de paradigma. (Fuente: Comisión Europea)

Y no se trata de filosofía exclusivamente. Se trata también de economía. Según el Informe sobre Economía Verde de Naciones Unidas, una inversión de sólo un 2% del PIB (Producto Interior Bruto) mundial en los diez sectores productivos clave (a saber: Agricultura, Bosques, Energía, Pesca, Construcción, Industria de manufactura, Turismo, Transporte, Agua y Residuos), puede poner en marcha un transición hacia una economía baja en emisiones de carbono y que aproveche los recursos de forma eficiente.

Una idea: el consumo responsable es la base del cambio de modelo económico. Y en ese sentido la propia Unión Europea ha lanzado campañas como la que recoge esta guía de consumo para minimizar residuos (y es aplicable a otros ámbitos):
http://www.generationawake.eu/es/guia-de-consumo/

La adopción de las tesis de este tipo de economía sostenible puede producir (aunque el 99% de la población mundial siga soportando al 1% de la élite) un crecimiento del PIB y del PIB per cápita en los próximos 5 a 10 años si las cosas siguen como están actualmente. Naciones Unidas calcula que con el desarrollo actual de la economía verde (sin inversión), en 2050 de la demanda mundial de energía será cerca de un 40% menor a la actual gracias a los adelantos tecnológicos sustanciales que se están produciendo en el rendimiento energético.

Tasa de desempleo española en septiembre de 2014, según datos de EUROSTAT. (Fuente: http://ec.europa.eu/eurostat)

Pero es que "si el mundo se vuelve loco" y se produce una inversión en materia de economía verde, según el mismo informe oficial, se podrían reducir en un tercio las emisiones de carbono actuales para el año 2050, produciendo puestos de trabajo, en un momento en el que el Estado Español presenta una tasa de paro superior al 20%.

Es necesario poner de manifiesto que la transición hacia una economía verde puede permitir crear nuevos empleos que, con el tiempo, rebasarán las pérdidas en los puestos de trabajo en la “economía contaminante” actual, en particular en los sectores de la agricultura, la silvicultura, la construcción, la energía, y el transporte.

Y no es filosofía. Es una realidad plausible. De hecho, el tránsito hacia una economía verde se está produciendo en una escala y a una velocidad nunca vista antes. Las previsiones para 2010 auguraban que las nuevas inversiones en energía no contaminante llegasen a una cifra récord de entre 180 a 200 mil millones de dólares americanos, frente a 162 mil millones de dólares registrados en 2009. Eso, a pesar de que algunos Gobiernos no se enteren, y como el español vayan por otro camino.

La inversión mundial en energías renovables crece impulsada por las economías emergentes (países que no pertenecen a la OCDE), cuyo porcentaje en la inversión mundial en recursos renovables aumentó del 29% en 2007 al 40% en 2008, mayormente en el Brasil, China y la India.

Por contra, en España, no hace mucho se juzgó a los 17 de Cofrentes, por protestar en contra de una energía peligrosa, cara y mortal, como es la energía nuclear. Aquí un vídeo de aquella acción:

Acción contra la energía nuclear. Greenpeace accede a la Central Nuclear de Cofrentes para exigir su cierre por el riesgo que entraña (véase Fukushima o Chernobyl). (Fuente: www.greenpeace.es) 

Afortunadamente, la justicia ha absuelto a los activistas, y al propio fotografo, Pedro Armestre, de los delitos de desorden público y lesiones. No es el estilo de Greenpeace agreder a nadie. Y ahí está el valor de la protesta. Esa es la pedagogía necesaria en un momento en el que la violencia se utiliza por sistema, y las acciones de protesta no profundizan en las cuestiones. He ahí el nivel de esta Organización que igual se encarama a una torre de una central nuclear, que se va al Ártico a luchar contra los que quieren anteponer el dinero (que salvo que se demuestre lo contrario, sigue sin servir para alimentar a las personas) a la conservación y la protección de los recursos naturales.

Los activistas de Greenpeace absueltos tras llevar a cabo la acción de protesta en la nuclear de Cofrentes (Valencia). (Fuente: www.greenpeace.es)

Y hay otra cuestión, no menos importante. Su talante. En muchos colectivos ecologistas se comete el error de argumentar desde el perjuicio fácil y la protesta gratuita. Esa es una desgracia intrínseca a muchos movimientos conservacionistas no cualificados, pese a sus buenas intenciones. Pero Greenpeace no. Esta Organización ha sabido rodearse de buenos profesionales y sus informes técnicos son dignos de tener en cuenta en cualquier trabajo que se precie. Además, esos documentos de trabajo son puestos a disposición del público de forma gratuita. Han sufrido terrorismo de Estado, se les ha acusado de estar al servicio de oscuros intereses, y claro está, no son perfectos. Pero son necesarios, son serios e independientes, y trabajan duro por causas justas.

Si Greenpeace no existiera, habría que inventarla.

Y por todo ello, por su historia, por su presente, por su futuro, y por haber contribuido a convertir a much@s, por hacer llegar al "Gran Público" la problemática ambiental y la conciencia ecologista, es justo estar agradecidos.

Aún cuando no se esté de acuerdo con ellos por sus formas. Aún cuando no se sea "ecologista". Porque aunque usted no lo sea, aunque le caigan mal estos ecologistas, ellos también luchan por usted. Por su planeta. El de tod@s.

Son así.

Así pues, lo dicho: Greenpeace, gracias por todo.

Atentamente

@ferrandalmau78





#DefenderElMedioAmbiente #NuestroDerecho #NuestroDeber

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